IMPRESIONES DE A BORDO

Por Lali Musoles, Ecologistas en Acción de Barcelona

Embarcarse en un encuentro como el que tuvo lugar en A Coruña ha sido, sin lugar a dudas, una experiencia muy intensa en todos los niveles. Quizá me falta bagaje en acontecimientos de estas características, pero el recuerdo que me he llevado de vuelta a Barcelona ha sido muy bueno.


Decía a todos los niveles porque no sólo he aprendido. A lo largo de estos días también hemos sentido: nos hemos reído y enfadado. También nos hemos sorprendido: en positivo a veces, y a veces un poco “así así”. Y repito que quizá no tengo suficientes herramientas para poder comparar este evento con otros parecidos, pero no será eso obstáculo para que pueda opinar y expresarme sobre mis (nuestras) aventuras en tierras gallegas.


Empezaba todo el 30 de abril, cuando nos juntamos en la Fundación Caixa Galicia, en A Coruña, (que eso no me convenció mucho...) para debatir largo y tendido sobre el proceso de reforma de la PPC. Se me entremezclan de este día las reuniones de la mañana y de la tarde, así que quizá hago un remix de las dos, aunque intentaré desglosarlo en la medida que pueda! Por la mañana, de la mano de algunos grupos que trabajan por la cogestión de zonas pesqueras en diferentes sitios organizaron un taller exponiendo los diferentes casos. Este taller era paralelo a los actos de la coalición Ocean2012 (aunque en la misma línea de trabajo). Fue interesantísimo. Me gustaría destacar de este taller la participación de un pescador del Sur de Italia, que junto a un compañero de WWF nos expusieron su experiencia, señalando como la cogestión en reservas marinas es un buen camino para asegurar la sostenibilidad de las pesquerías y los ecosistemas marinos a largo plazo sin comprometer una viabilidad económica para los pescadores artesanales ni el entramado social y cultural que rodea el mundo de la pesca de bajura. La experiencia del pescador italiano, que dijo apenas unas pocas palabras, nos mostraba que conservación y explotación no son conceptos antagónicos si las cosas se gestionan y se pone el punto de mira a largo plazo.


La reunión de la tarde vino de la mano de Ocean2012, cuando diferentes ONG's y pescadores artesanales de diversos lugares de Europa nos reuníamos para debatir alrededor del lugar que la pesca artesanal debe tener en la reforma de la PPC. Creo que de este día en general es importante remarcar la emergencia de un debate que siguió saliendo a lo largo de los días que estuvimos de encuentros. En primer lugar, la propia definición de pesca artesanal no es ni tan evidente ni tan sencilla, así que no todos los participantes estaban de acuerdo en este punto. Me pareció muy interesante cómo Allut trataba acercar las opiniones, apuntando que lo necesario es hablar de sistemas productivos sostenibles y no sostenibles, y no discutir la definición de pesca artesanal, pues depende de cada sitio. En segundo lugar, la pesca de arrastre sigue siendo un punto de desencuentro: ¿puede considerarse pesca artesanal si pesca en zonas cercanas y es de dimensiones pequeñas? El debate estaba servido. Finalmente, y a nivel de estado español, se hizo evidente que no todas las cofradías ni todas las zonas pesqueras son iguales y es necesario tener las diferencias en cuenta. También este día se estuvo discutiendo sobre los ITQ, aunque no hubo prácticamente debate en eso: creo que la mayoría estaban de acuerdo que la pesca artesanal o de bajura no tendría que aceptarlos. Hubo algunos momentos de rifi rafe en el debate, pero creo que hay que tomarlo como oportunidad y no intentar esconderlos. Que salgan los desacuerdos es positivo, porque te abre camino a poderlos tratar.


Después de la conferencia de la tarde había organizado un aperitivo para los asistentes a la conferencia. En este aperitivo me llevé una de esas sorpresas que al principio de este escrito he etiquetado como sorpresas “así así”. Creo que las conversaciones que se hacen a nivel informal (conversas de bar) y post-conferencias son fundamentales. Se hacen contactos, se dicen cosas que quizá no “queda bien” decirlas delante de un micrófono, y la gente se junta con otra gente por afinidades diversas. Es una manera muy efectiva de hacer red y cohesión. Pero me sorprendió el caché parecía tener la organización del evento. Yo quizá estoy acostumbrada a moverme en entornos y organizaciones con menos recursos, y por eso en algunos momentos sentí, y siento decirlo así de claro, que había cierto despilfarro de un dinero que quizá podría destinarse a otras cosas. Pero en fin, eso es debate para otro día.


El sábado 1 de mayo, día del trabajo, nos fuimos de excursión a Malpica, donde al patrón mayor le tocó trabajar para recibirnos en la cofradía, y nos expuso sus ideas sobre la reforma de la PPC y algunos de los problemas con los que se enfrentan los pescadores de su cofradía y de otras gallegas y del resto del estado. Seguimos encauzados en el debate que se inició el día anterior: ITQ, arrastres y definición de pesca artesanal navegaban con nosotros. Después de comer pudimos dar un paseo por la zona, donde el recuerdo del Prestige aún pulula, y un compañero de Verdegaia nos acompañó en un precioso recorrido hasta una playa con dunas amenazadas por unas barbacoas atractoras de turistas.


Tengo un muy buen recuerdo de la vuelta de Malpica hasta A Coruña en el autobús, cuando fui sentada al lado de un pescador danés, Knud, que me contó cómo de joven pescaba ballenas. En una zona dónde el hielo no permitía cultivar hortalizas, la pesca de ballenas se convertía en prácticamente la única fuente de vitaminas. Era un trabajo en comunidad, por subsistencia, y de la ballena se aprovechaba todo: de hecho, con la piel de las tripas de la ballena se hacían redes para pescar, que por cierto, duraban mucho tiempo. La verdad que esta conversación de autobús me hizo replantearme alguna de mis ideas previas sobre los pescadores de ballenas...


No quisiera terminar esta exposición de impresiones sin rememorar el trabajo hecho como Ecologistas en Acción: creo que entre risas y disfraces hemos hecho un buen trabajo (desde la presentación del Informe en la Torre de Hércules, con Queimada y Conxuro a la tarea de repartir la edición especial del International Herald Tribune bajo los gritos de ¡Extra, extra, cuidado con la sobrepesca!, en Vigo). Creo que también fue muy bueno el contacto con los colectivos gallegos y poder participar en algunos de sus actos. Concretamente, asistí a una charla sobre acuicultura que me dejó sorprendida, esta vez en positivo, porque me gustó mucho.

En fin, vuelvo donde empecé. La experiencia ha sido muy intensa y estoy muy contenta de haber podido ser partícipe de todo este tinglado. Lo único que me disgusta un poco es que al volver a Barcelona, pensándome yo que todo el mundo estaría centrado y concentrado en la reforma de la PPC, poca gente se había dado cuenta de lo que se había estado cociendo en Galicia estos días. Ni los más lectores de periódicos parecían haberse enterado de gran cosa. En el congelador de mi casa seguían habiendo varitas de merluza Pescanova, y las conversas del bar seguían girando alrededor del fútbol (hoy iba la cosa del Madrid-Mallorca). Pero yo creo que la Declaración de A Coruña, firmada por un montón de colectivos, se ha difundo ampliamente, y esto es positivo. ¿No? Cabrá esperar a ver qué pasa de aquí al 2013. Pero mientras tanto, que no decaigan las energías y las ganas de transformación. Ánimos a todas!!!