El Diosa Maat, el velero de Ecologistas en
Acción, concluye hoy su etapa en Euskadi con una reivindicación del
pescado fresco, local y capturado con artes menores. A pesar de que es
la apuesta más sostenible, la flota artesanal vive una situación
alarmante, como queda en evidencia en el caso de Donostia. Las
administraciones y los consumidores deben valorar más la pesca local
como modelo más justo desde el punto de vista ambiental, económico y
social.
Desde 1995 hasta hoy, la flota de Donostia se ha reducido en un 78%.
Quedan solo siete embarcaciones en ese puerto y la lonja ha debido
cerrarse, según los datos recogidos por Ecologistas en Acción durante un
encuentro con representantes de la Cofradía de Pescadores de Donostia.
Se pierden así tradiciones y conocimiento, pero también tejido económico
y social importante para toda la comunidad local. Frente a la
concentración de beneficios en pocas manos en el caso de la pesca
industrial, los réditos de la pesca de bajura se reparten entre muchas
familias de la población costera.